Otro hijo de NILO y hermano de CAGANCHO, que siempre se caracterizó tanto por su rebeldía, como por la certeza de su intuitiva vocación torera.

CHICUELO es quien más dificultades presentó para montar, derivadas de su carácter travieso y alegre. Pero al salir al ruedo ese temperamento lo vaciaba al toro, llegándole muy de cerca, haciendo gala de su elasticidad felina y rematando las suertes con ajustadas piruetas que realizó siempre aprovechando el viaje del astado. La plasticidad de sus ejecuciones fue proverbial. Tras su retiro pasó a formar parte de la baraja de sementales en la yeguada de Pablo Hermoso de Mendoza, disfrutando de un tranquilo retiro hasta el día de su muerte acaecida en enero de 2016.