MARTINCHO es probablemente el caballo que ha toreado de salida con más verdad, siempre de frente y con una lentitud imposible de apreciar en otro corcel dentro del mundo del rejoneo.
Este hijo de NILO hacía gala de una doma exquisita, pero sobretodo de un corazón enorme que le permitía ir hacia el toro con rectitud y vaciar la embestida suavemente, con profunda torería, sin brusquedades. Un verdadero deleite para el aficionado entendido.