Anao
Lusitano
Tordo
Último tercio
CERVANTES se encontraba en pleno proceso de preparación cuando a raíz de la enfermedad de MARIACHI debió de ser requerido y en nada defraudó su jinete, yendo cada tarde a más y con notable regularidad.
El tordo fue siempre receptivo a las enseñanzas del estelles. Posee la elegancia y elasticidad propias de la sangre lusitana y las conjugó con un valor sereno que le permitió adentrarse en los terrenos comprometidos que requiere el último tercio de lidia.