Una de las plazas más importantes de América se encuentra en Bogotá, la capital de Colombia. Por ese escenario han pasado todas las figuras del toreo desde que se inauguró en 1931. Nombres míticos de las distintas épocas, como los de Domingo Ortega, Manolete, Luis Miguel Dominguín, Antonio Ordóñez, Paco Camino, El Cordobés, Paquirri... llegaron desde España para dar forma a los carteles de la temporada taurina bogotana.
Hoy en día, ya con más de ochenta años a cuestas desde su inauguración, sigue vigente su importancia en el planeta taurino, pues hay obligación de confirmar su alternativa para todos los matadores que hacen su primer paseíllo en la Santamaría. Su nombre se debe a su impulsor, Ignacio Sanz de Santamaría, quien también puso en funcionamiento el antiguo coso de San Diego, por donde pasaron igualmente importantes toreros españoles, como Rafael El Gallo y Bienvenida. Ese escenario pasó a mejor vida tras la inauguración de la nueva plaza, para la que Santamaría invirtió una gran cantidad de dinero. El 8 de febrero de 1931 se celebró la primera corrida, con toros de Mondoñedo que fueron lidiados por el valenciano Manolo Martínez, Mariano Rodríguez y Ángel Navas. En esa primera temporada se celebraron doce espectáculos. Dos años después, Sanz de Santamaría, alma máter de la plaza, falleció en Bogotá.
La construcción del edificio, con capacidad para 14.400 localidades, corrió a cargo de los ingenieros Adonai Martínez y Eduardo Lascano, y en la década de los cuarenta el arquitecto español Santiago Mora modificó la fachada, quedando tal y como hoy se conoce.
La seriedad de su afición y su conocimiento del toreo confieren a este escenario una gran singularidad. Allí tomó la alternativa César Rincón en 1982, y allí se retiraría el 24 de febrero de 2008, en una efeméride que forma parte de la gran historia de la plaza bogotana.
Fuente: Alfonso Santiago (6TOROS6)