Menuda revolución presentó Pablo Hermoso de Mendoza en cuanto a los caballos que viajaron a la plaza francesa de Monte de Marsan para actuar en la corrida nocturna al estilo portugués, dentro de su feria de la Magdalena.
Además del lesionado VILLA, se quedaron en la finca caballos como LABRIT, CHENEL, CURRO o MERLIN, dando paso a novedades y a reapariciones.
De salida en el primer toro, un debut. SUPREMO, un caballo lusitano, adquirido en México y que en su primera comparecencia mostró muy buenas maneras en la forma de parar al toro. Nunca volvió la cara en los embroques y efectuó dos buena reuniones, en las que Pablo se vio favorecido para clavar los dos rejones de castigo. En banderilla quien armó un auténtico alboroto fue RONDEÑO. El joven caballo colocó cuatro banderillas, dando los pechos al toro, con una tranquilidad y una torería impropias de un caballo de su edad y de su experiencia. Además tiene una armonía de movimientos impropia de un potro y en la que nunca se le ve un mal gesto, un enfado o un renuncio. En Mont de Marsan se ha confirmado como una estrella y ha hecho que el público francés se entregara totalmente a su labor. Como también se entregó y de que manera, con SARMATA, en tres banderillas cortas, sin solución de continuidad y sobre todo en un par de banderillas largas a dos manos, llegando muy cerca del toro y en los posteriores desplantes con el caballo en libertad, sin riendas, atacado al toro. Una gran faena, que hizo que el público despidiera a Pablo y a SARMATA antes de la actuación de los Forcados, con palmas por bulerías, como si se tratara del sur de España.
Tan satisfecho terminó Pablo del comportamiento de SUPREMO, que lo volvió a repetir en el quinto de la tarde. Ahora solamente colocó un rejón de castigo, porque consideró que el toro ya estaba suficientemente castigado y lo quería con galope para FUSILERO y sus piruetas. El toro era bueno, pero algo más reservón que el anterior, y esperaba mucho a FUSILERO en la reunión. Pero el caballo tiró de veteranía e impuso su ley, levantando los tendidos con varias piruetas, algunas saliendo con los pelos de la cola enredados en los pitones de cercanas que las ejecutaba. Continuó Pablo dando espectáculo y sobre todo variedad, ahora con NAPOLEON, que cita con un balanceo a modo de baile, muy coreado por los espectadores. Fuerte ovación al retirarse el binomio caballo-torero y ante la que Pablo decidió regresar a la arena, ahora montando a NATIVO para colocar dos rosas. Es un espectáculo ver a este caballo atacar al toro. Compone una figura como se ven pocas en el toreo. Reunido y agresivo, con las orejas pegadas a su cabeza y perfectamente compuesto. Fue el colofón perfecto a una noche redonda del centauro navarro y que seguro le va a hacer cavilar para componer la cuadra que desplace en las próximas corridas. |