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05/02/2004 MEXICO D. F.
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La monumental Plaza de toros México, el coso taurino más grande del mundo, se encuentra de manteles largos ya que este jueves 5 de febrero se conmemora un aniversario más de su inauguración, programándose para ello, como es ya una costumbre, un cartel postinero que refleja la importancia de esta corrida dentro del ámbito taurino mundial. Para esta ocasión el aficionado capitalino tendrá la oportunidad de volver a apreciar el arte que atesora Pablo Hermoso de Mendoza, quien por cierto en lo que ha sido hasta ahora su única participación en una corrida de aniversario del embudo de Insurgentes, realizó la proeza de cortar un rabo, el primero y único que se ha concedido en esta plaza por una lidia desarrollada íntegramente a caballo, escribiendo así una página de oro dentro de la tauromaquia contemporánea mundial. |
FECHA | 5 de Febrero de 2004 |
LUGAR | Plaza de toros México, México D. F. |
ENTRADA | No hay billetes |
RESEÑA | Pablo Hermoso de Mendoza (silencio y ovación) Eulalio López "Zotoluco (silencio, silencio y palmas) Enrique Ponce (dos orejas y oreja) Rafael Ortega (dos orejas y oreja) |
TOROS | (1,5)(2,3,4,6,7,8)(9) |
CABALLOS UTILIZADOS |
Primer toro de la Ganadería de Bernaldo de Quiros, nombre Plateño, número 759, 460 kg . de peso. De salida FUSILERO (2 rejones de castigo); en banderillas LABRIT (4 banderillas); y para el último tercio FOSFORO (3 cortas, 2 rejones de muerte y 2 golpes de descabello). Segundo toro de la Ganadería de Bernaldo de Quiros, nombre Juncal, número 787, 497 kg . de peso. De salida MUDEJAR (2 rejones de castigo); en banderillas CHICUELO (3 banderillas) y NATIVO (2 banderillas); y para el último tercio CERVANTES (3 rosas, 1 par de banderillas a dos manos, 1 rejón de muerte y 1 golpe de descabello). |
OTROS CABALLOS DESPLAZADOS | CHACAL, GAYARRE y MONTERREY |
Se cumplieron 58 años de que abrió por primera vez sus puertas al público la Plaza de toros México, la más grande del mundo; y para el festejo del aniversario el embudo de Insurgentes presentó esta tarde un impresionante lleno hasta el reloj, ofreciendo un marco esplendoroso que hace tiempo no se veía en el escenario capitalino. La expectación entre el público era muy grande y en cuanto se abrió la puerta de cuadrillas se escuchó una ovación atronadora para recibir a todos los actuantes. Finalizado el paseíllo los asistentes sacaron a saludar a cada uno de los protagonistas de la tarde, comenzando por el caballista navarro, que agradeció en el tercio los aplausos cariñosos e intensos de la afición capitalina, trasladándose de inmediato al patio de caballos para montar a FUSILERO y salir recibir al que abría plaza. Plateño de nombre, un astado manso y deslucido que poco aportó para las intenciones de triunfo del jinete español. A pesar de ello se escucharon los primeros olés cuando el de Río Frío pegó piruetas, aprovechando el escaso recorrido del burel que ya para esos instantes comenzaba a aquerenciarse en tablas. Dos rejones de castigo bien colocados sirvieron de prólogo para que LABRIT se hiciera cargo del tercio de banderillas, desarrollando una labor impecable, de alto grado de dificultad los tres palitroques en los que intervino, al sesgo, teniendo que llegarle mucho al toro, quebrándole la suerte casi en el hocico, toreando aseadamente en las reuniones, aguantando los violentos derrotes del toro, haciéndolo todo con una facilidad que solo refleja la perfecta compenetración existente entre jinete y corcel. FOSFORO fue llamado a escena para las cortas, arrimándose lo indecible ante un burel que regateaba cada paso y que por ende no colaboró en lo más mínimo a la hora en que Hermoso de Mendoza entró a matar, requiriéndose dos rejones e igual número de golpes de descabello para terminar con la vida del de Bernaldo de Quiros. El quinto de la tarde de inicio tampoco mostró condiciones para la lidia a caballo, debiendo Pablo y MUDEJAR cruzársele prácticamente para poder dejarle en sitio los hierros de castigo. Parecía que el toro terminaría igual que su hermano, pero no se contaba con la sapiencia del navarro y el poderío de CHICUELO que en conjunción obraron el milagro de enseñar a embestir al astado, encelándolo progresivamente hasta lograr meterlo por completo en la grupa del tordo que se recreó con su oponente, ganándole la cara y girando con una alegría que acabo contagiando al propio burel que se vino arriba en el tercio y terminó por entregarse completamente a la lidia que le hacía el centauro estellés que después apareció a lomos de NATIVO para cerrar el tercio con dos banderillas más en donde el tordo rodó muy bien y aprovecho las últimas fuerzas del de Bernaldo de Quiros. CERVANTES tuvo ahora la responsabilidad del final e intervino en las rosas y en un arriesgado par de banderillas a dos manos, rematado como mandan los cánones, manteniendo un nivel de faena que hizo alentar buena premiación para Pablo, solo que el rejón de muerte, colocado al primer intento, no fue suficiente para hacer doblar al burel, debiendo echar mano nuevamente de la espada de cruceta, acertando al primer golpe para retirarse al callejón bajo el reconocimiento de un público que supo valorar la entrega y el esfuerzo del rejoneador navarro. |
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