FECHA 12 de Diciembre de 2004
LUGAR Plaza de toros de Mérida, Yucatán, México
ENTRADA Lleno
TOROS
RESEÑA Pablo Hermoso de Mendoza (silencio y dos orejas)
Mario Coelho (silencio y vuelta al ruedo)
José Luis Angelino (oreja y pitos tras aviso)
Felipe Fernández Madera (oreja)
CABALLOS UTILIZADOS

Primer toro de la Ganadería de Bernaldo de Quiros, número 30, de nombre ALDEANO, 475 Kg. De salida CURRO (3 rejones de castigo); en banderillas CHENEL (2 banderillas) y FUSILERO (2 banderillas); y para el último tercio CERVANTES (3 cortas y 1 rejón de muerte).

Segundo toro de la Ganadería de Bernaldo de Quiros, número 55, de nombre GUADALUPANO, 527 Kg. De salida SULTAN (2 rejones de castigo); en banderillas CHICUELO (3 banderillas) y CAMPO GRANDE (2 banderillas); y para el último tercio FOSFORO (3 rosas, 2 pares de banderillas a dos manos y 1 rejón de muerte).

OTROS CABALLOS DESPLAZADOS

CALE

   
 

Satisfecha y emocionada quedó la afición meridense que esta tarde hizo una gran entrada en la plaza de toros de la capital yucateca, para atestiguar un nuevo triunfo del centauro estellés Pablo Hermoso de Mendoza, así como el futuro promisorio que tiene el joven rejoneador local Felipe Fernández Madera.

La tarde comenzó con ciertas complicaciones para el oriundo de Estella, ya que a las dificultades mostradas por su primer enemigo de Bernaldo de Quiros, hubo de añadirse la frialdad inicial del público, que tardó en compenetrarse con lo que estaba sucediendo en el ruedo. El toro saltó al albero demostrando mucha fuerza y violencia, dando la impresión de que sería un buen colaborador para el toreo a la jineta, pero el espejismo se diluyó prontamente, ya que el burel jamás quiso emplearse y conforme avanzaba la faena iba regateando cada vez más sus contadas embestidas. CURRO se vio poderoso al pararle de salida con tranquilidad a pesar de que en esos momentos el astado se venia como una locomotora. El castaño le marcó los terrenos y permitió al navarro quebrantarlo con tres hierros en el morrillo, intentando con ello limar las asperezas que comenzaba a evidenciar. Cuando CHENEL piso la arena, su contrincante ya había perdido la movilidad de inicio, por lo que el hijo de GALLO debió batallar para poder encelarlo y posteriormente quebrarle la suerte en dos ocasiones. FUSILERO lo relevó para encontrarse con que el toro lejos de ir en pos de el, se limitaba a esperarlo, y aún con ello el tordo le peleó palmo a palmo el terreno, pegándole las piruetas casi en cámara lenta para ajustarse a un enemigo que se venìa casi paso a paso. CERVANTES se abalanzó sobre el para que Hermoso de Mendoza adornase el morrillo con las cortas y un rejón de muerte que fue suficiente para terminar con la vida del burel, retirándose Pablo al callejón bajo el silencio del público.

Con su segundo, el coloso español salio a buscar el triunfo como un jabato, encontrándose con un toro que, a la inversa de su hermano, parecía no augurar muchas probabilidades de éxito. Pero el astado fue de menos a más, creciéndose al castigo para terminar entregado a la lidia exacta que en conjunto le hicieron SULTAN, CHICUELO, CAMPO GRANDE y FOSFORO. Lo más emotivo se vivió con estos dos últimos, especialmente con el de Vidrié, ya que una y otra vez dio el pecho con la autenticidad que le caracteriza, embarcando perfectamente al de Quiros para prolongar en redondo su embestida, templándolo todo el tiempo, como templar se debe, haciendo que el público dividiera sus manifestaciones de beneplácito entre aplausos y gritos de admiración ante lo que estaba sucediendo en el ruedo. La emoción se mantuvo a un nivel máximo con las rosas y con dos pares de banderillas a dos manos, consumando las reuniones al estribo de la manera más clásica posible y finalmente rematando impecablemente el trabajo con un rejón de muerte hasta la empuñadura, en muy buen sitio, que mando al burel sin apéndices al rastro, los cuales paseó orgulloso su matador en la vuelta al ruedo. Estos trofeos convirtieron al rejoneador español en el triunfador máximo de la tarde, saliendo al término de la corrida en hombros, por la Puerta Grande del coso meridense.

Para rematar esta crónica, queremos destacar la actuación del joven jinete local Fernández Madera, quien se mostró seguro y acertado ante el nada fácil burel con el que cerró plaza. Su entregada actuación fue seguida detenidamente por Pablo, quien quedó gratamente sorprendido con el actuar del caballista yucateco, augurándole un promisorio futuro, a tal grado que personalmente, al término del festejo, se entrevistó con la empresa de la plaza para solicitarle que incluyeran al joven jinete en la venidera corrida de rejones con la que en esta plaza tradicionalmente se festeja la llegada del año nuevo. Los empresarios accedieron de inmediato, llegándose al acuerdo de que en ese festejo, programado para el 1 de enero de 2005, Pablo Hermoso de Mendoza le dará la alternativa a Fernández Madera, con la presencia de otro rejoneador aún por confirmar.