FECHA 15 de agosto de 2003
LUGAR Plaza de toros de Illumbre, San Sebastian, Guipuzcoa, España
ENTRADA No hay billetes
TOROS
RESEÑA Pablo Hermoso de Mendoza (oreja y oreja)
Enrique Ponce (oreja tras aviso y palmas)
Fernando Robleño (oreja y vuelta al ruedo)
CABALLOS UTILIZADOS

Primer toro de la Ganadería de Los Espartales, nombre Molenero, número 38, 524 kilos. De salida MISTRAL (2 rejones de castigo); en banderillas GAYARRE (3 banderillas) y DANUBIO (2 banderillas); y para el último tercio CERVANTES (2 cortas y un rejón de muerte).

Segundo toro de la Ganadería de Los Espartales, nombre Culebro, número 7, 576 kilos. De salida MONTERREY (2 rejones de castigo); en banderillas LABRIT (2 banderillas) y CHICUELO (3 banderillas); y para el último tercio CERVANTES (2 rosas y un rejón de muerte).

OTROS CABALLOS DESPLAZADOS

CAMPOGRANDE, NATIVO y PERALTA

   
 

Con gran ambiente en los tendidos y el cartel de "no hay billetes" colocado en las taquillas, se celebró la sexta corrida de abono de la Semana Grande donostiarra, en la cual, triunfó el caballero de Estella, Pablo Hermoso de Mendoza, con dos diferentes faenas, y con las que a punto estuvo de abrir la Puerta Grande del coso de Illumbe.

Como sabemos para lograr dicho galardón, hace falta en todas las plazas del País Vasco, obtener dos orejas de un solo toro, y a pesar de que fue solicitado con insistencia la segunda oreja del cuarto de la tarde, la presidencia se mantuvo firme y no la concedió, cerrando así la Puerta Grande para Hermoso de Mendoza.

La primera faena la comenzó con MISTRAL ante un toro que salió de chiqueros con muy son y con calidad, que aprovechó el caballo castaño para llevarlo toreado con los pelos de la cola, muy cerquita, y muy despacio. Dos rejones de castigo de muy buena colocación y ejecución, dieron paso a un recital en banderillas de GAYARRE. El hijo de Neptuno, volvió a consagrarse en una plaza de primera, con un toro que galopaba tras el en las carreras a dos pistas y con banderillas en todos los terrenos. La primera se fue hasta la zona de chiqueros, la segunda la colocó al sesgo y la tercera, él fue quien partió de chiqueros y llegó a un toro aculado a tablas, rematando la suerte sin apenas espacio. El toro que se hartó de galopar tras MISTRAL y GAYARRE, acusó el esfuerzo, y la faena bajo un tanto de intensidad con DANUBIO debido a esa quietud del astado. No obstante pudimos ver la frontalidad de un caballo que goza de un sensacional cartel en San Sebastián. Remató la labor con dos banderillas cortas de dentro hacia fuera y un rejón casi entero, que acabó con el murubeño de Los Espartales.

El cuarto de la tarde, fue todo lo contrario, porque salió de toriles, áspero y complicado, y no lo tuvo fácil MONTERREY para meterlo en la "canasta". De hecho el primer rejón de castigo, debido a la violenta arrancada del astado, no partió el taco, y tuvo que ser el subalterno Pepe Cotán quien se jugara el físico para quitar el palo de la bandera. Más de lo mismo en banderillas, ahora con LABRIT de plaza a plaza, y el toro con arrancadas violentas, carentes de temple, que le hacían desplazarse en exceso en el momento de la reunión. Se la jugó LABRIT en dos quiebros en los mismos belfos del toro. Y por fin salió CHICUELO, este sí que terminó por dominar a la bestia. Se fue por él, le espero, lo tocó, lo cuarteó y se reunió, todo despacito, con bravura y sobre todo con limpieza. Lo burló en varias piruetas, donde todo lo hacían caballo y caballero, y sobre todo con la última de ellas en la que el caballo debió de llevar babas del burel en el morro. También tuvieron transmisión dos rosas por los adentros, por terrenos muy ajustados, a donde se refugiaba el toro, desengañado tras la lección de CHICUELO. El rejón de muerte, fulminante, de nuevo con CERVANTES dieron paso a una sonora petición del doble trofeo, que la presidencia no quiso dar.